Acerca de mí
"Lo importante no es cómo el fotógrafo mira el mundo, sino su íntima relación con él.” Antoine D´Ágata" Esta frase refleja perfectamente la sensación que me genera hacer fotografía de paisajes. Es eso que siento cada vez que camino por un bosque o subo por una montaña. Esa íntima relación que percibo en cada camino recorrido es lo que me da la claridad necesaria para saber qué foto tomar, qué escena capturar con la cámara y cómo plasmar en una imagen la belleza de esa parte del mundo en el que me encuentro. Hace aproximadamente 10 años que surgió mi interés por este arte, pero hace sólo 5 comencé a dedicarle más tiempo para aprender de técnicas, manejo de cámara y sobre todo composición. En 2014 hice mi primer viaje solo, a la Patagonia, y fue ahí cuando sentí una fuerte conexión con el mundo a través de la fotografía. De hecho, ese viaje lo bauticé con el nombre "Mi cámara y yo". Ese fue mi propósito. Lo que no sabía de antemano era que esa conexión no era sólo con el entorno natural, sino conmigo mismo. Es por eso que esa frase resuena tanto en mí. La contemplación, la observación y la admiración de la belleza de esos lugares me permitieron hacer, también, un camino introspectivo, de auto-conocimiento y afirmación. En 2015 hice mi segundo viaje importante, esta vez a Europa, durante un mes, y tuve momentos mágicos y de quiebres en la semana que recorrí la increíble Islandia. No me olvidaré nunca de aquel 6 de octubre en el que presencié el fenómeno natural más alucinante que vi en mi vida; una aurora boreal que me hizo sentir presente de forma absoluta. Estaba ahí, en el medio de un campo a unos 5km de un pueblito del noroeste de la isla, rodeado por el universo. Esa noche entendí que yo era uno con el mundo. Por un instante sentí ansiedad por poder captar alguna foto con la cámara de ese evento, pero inmediatamente entendí que lo único que realmente importaba era admirar y contemplar esas cortinas de brillantina que bailaban ante mi insignificante humanidad. Unos minutos después, sí tomé la cámara y me dispuse a tomar algunas fotos. La siguiente frase de Ernst Haas explica, al menos en parte, esa percepción tan íntima que tuve aquella noche. “Las limitaciones de la fotografía están en uno mismo, pues lo que vemos es lo que somos. Si la belleza no estuviera en nosotros, ¿cómo podríamos reconocerla?”. Ernst Haas Para concluir, en los viajes puedo perder la noción del tiempo con mi cámara, y me sumerjo en la contemplación de mi entorno, la admiración de los paisajes y esos momentos de conexión conmigo mismo. “La fotografía es el arte de la observación. Se trata de encontrar algo interesante en un lugar ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo las ves” Elliott Erwitt